En las perras, luego del celo o estro, se mantiene elevada una hormona, llamada progesterona que es la encargada de mantener la gestación; ésta se encuentra elevada haya o no gestación; la misma va disminuyendo alrededor del día 45; mientras esta hormona está elevada inhibe a otra hormona: la prolactina que estimula la producción de leche, por lo tanto al decaer la progesterona, aumenta la prolactina y se puede presentar un cuadro llamado pseudopreñez, pseudogestación, lactación nerviosa, embarazo psicológico o pseudociesis.
En una perra preñada existen otros factores que estimulan la producción de prolactina para llevar a cavo la lactancia, como la succión de los cachorros o el masaje de los pezones.
La pseudopreñez se puede presentar entre los 45 a 90 días posteriores al celo (estro). Este cuadro no se considera patológico, sino un proceso fisiológico. La explicación se debe a que en la vida salvaje sólo algunas perras dominantes eran las encargadas de procrear y otras funcionaban como nodrizas cuidando y amamantando a los cachorros.
Los cambios de comportamiento que se pueden observar en la pseudopreñez son:
Cambio de carácter, agresión, temblores, jadeo, realización de pozos y reclutamiento en rincones para establecer su nido, pudiendo llevar a los mismos objetos inanimados, como trapos o juguetes.
También es común observar edema, enrojecimiento, dolor y aumento de la temperatura de las glándulas mamarias, como presencia de leche. En casos más avanzados y generalmente debido a infecciones, dolor.
Es importante que un veterinario examine y evalúe si es necesario instaurar un tratamiento, ya que en algunos casos se da un verdadero problema y en otros se sobrelleva.
Manejo y tratamiento
A veces los propietarios, incitan o estimulan más este comportamiento ofreciéndoles peluches o exprimiéndoles las mamas que, sumado al auto lamido de la perra provoca un círculo vicioso que no la ayuda para nada.
Lo que debemos hacer es cortar este círculo. Evitar el contacto de las mamas y distraer a la perra sacándola a pasear cuando realice conductas extrañas.
La ovariéctomia o castración no es curativa sino preventiva y nunca debe realizarse durante el diestro (etapa posterior al estro) ya que la anulación de la fuente productora de progesterona ovárica, genera un notable aumento de prolactina y consecuentemente un aumento en la incidencia de pseudopreñez.
Puede indicarse el uso de progestágenos (fármacos de acción similar a la de la progesterona)  ya que el aumento de la progesterona disminuye la producción de prolactina hipofisaria, no obstante cuando culmina el tratamiento y disminuye la prolactina puede elevase nuevamente.
Se puede utilizar drogas que inhiben la producción de prolactina, como la Cabergolina pero siempre descartar que la perra no se encuentre preñada, ya que, si es así, esta droga produce aborto.
Si existen signos de mastitis se deberá instaurar un tratamiento antibiótico y NUNCA aplicar frío.